Recomendaciones:
La urea se suministra al ganado con pienso, mezclas de concentrados o ensilado. Las dosis recomendadas son:
- Bovinos: 2,5 — 3% de la masa total de alimentos
- Ovejas: 3-4% de la masa total de alimentos
La urea se incorpora con melaza en una proporción de 1:8–9. En caso de una ración a base de ensilado, se puede añadir urea justo antes del momento de suministrar alimento al ganado, en una proporción de hasta el 1% de la masa total de ensilado. Es posible también utilizar una solución acuosa preparada de 1 a 3 horas antes del consumo en una proporción de 1 kg de urea por 2-3 litros de agua.
La dosis máxima de urea en la dieta no debe exceder 1 g al día por cada 5 kg de peso vivo de bovinos y ovinos y debe administrarse en 2 a 3 veces. La urea debe introducirse gradualmente en la ración durante 10 a 15 días, empezando con pequeñas dosis, sin interrupción.
La urea para alimentación animal es compatible con todos los alimentos, medicamentos y otros aditivos nutricionales. Además, los productos animales son aptos al consumo humano sin restricciones después de la ingestión de urea para alimentación animal.
Recommendaciones:
Por su contenido de fósforo disponible, el fosfato monocálcico cumple con los requisitos del mercado mundial tanto en términos de respuesta a las necesidades fisiológicas como en términos de conservación del medio ambiente.
- El fosfato monocálcico (MCP) asegura una digestión uniforme. Lo que conduce a un mejor consumo y un mayor engorde de los lechones y pollos de engorde.
- El fosfato monocálcico actúa como un inhibidor de moho y un conservante para alimentos listos para el consumo.
- Reduce el número de organismos: bacterias y hongos impidiendo su reproducción.
- El fosfato monocálcico actúa de manera suave. El pH mínimo de su solución al 1% es de 3,5. No destruye las proteínas ni las vitaminas.